Si creamos nuestra propia huerta en el jardín, tendremos alimentos sanos y frescos. Es muy fácil de hacerla, solamente basta con que tengas semillas y plantines, un espacio soleado, disponibilidad de agua en ese sector, herramientas: azada, rastrillo y manguera, y un pequeño cerco para protegerla de los animales. Pero lo más importante es que puedas controlarla y cuidarla día a día.
Para lograr un buen mantenimiento de las hortalizas y los vegetales es necesario:
- Respetar el calendario de siembra.
- Abonar: el suelo siempre debe mantenerse fértil.
- Regar: el agua permite que los cultivos se desarrollen normalmente. Las lluvias no son suficientes, pero un exceso de humedad tampoco es bueno. En verano lo ideal es hacerlo todos los días, a la tarde.
- Limpiar los yuyos.
- Resguardarlos del frío: las heladas dañan las plantas, para eso podés colocar un plástico por encima de ellas y retirarlo de vez en cuando para que el aire circule y se puedan evitar las enfermedades.
- Controlar y eliminar las plagas.
- Resguardarlos del calor: cuando el sol esté fuerte, la protección mediante un techo de ramas o de media sombra es imprescindible.
- Evitar que haya muchas plantas en un mismo lugar.
- Poner elementos que se muevan o hagan ruido para impedir que los pájaros se coman los cultivos.
- Remover la tierra.
Lo ideal es que lleves a cabo estas tareas de manera conjunta para que el resultado sea el mejor. ¡A sembrar!

