Estrujá con la mano las hierbas frescas para que las hojas se quiebren un poco y suelten su sabor.
Pelá y cortá las cebollitas en rodajas bien finas.
Repartí los ingredientes en partes iguales en dos botellas esterilizadas; llenalas con el aceite dejando libre 1 cm antes del borde, y cuidando que todos los ingredientes queden sumergidos.
Cerrá bien, agitá para mezclar y mantené 2 semanas en un lugar oscuro y fresco antes de consumirlo.