Cociná los duraznos enteros en el almíbar hecho con el agua, 1 taza del azúcar y el jugo del limón. Cuando rompa el hervor, esperá 2 minutos, escurrí los duraznos y reservá 1/2 taza del almíbar.
Pelá los duraznos, descarozalos y procesalos.
Volcá la pulpa procesada en un bol, mezclala con las yemas, los huevos y el azúcar restante.
Cociná la preparación a baño María hasta que hierva, revolviendo continuamente. Retirá, pasá a otro bol para bajar la temperatura y revolvé sin parar hasta que entibie.
Incorporá la gelatina hidratada en el almíbar reservado, el licor y la crema batida a medio punto.
Volcá en moldes individuales o en un molde grande. Llevá al freezer por al menos 2 horas y serví con duraznos frescos cortados en láminas.