Cortá las berenjenas en ruedas y luego en cubos grandes.
Rehogá por tandas en el aceite de oliva bien caliente, retirándolas a medio hacer, cuando aún estén firmes.
Una vez completada la última tanda, volvé a llevar todas las berenjenas a la sartén y agregá los tomates, despepitados y cortados en cubos del mismo tamaño que las berenjenas.
Mezclá bien, salpimentá y cociná un par de minutos más.
Servilas solas o como guarnición, acompañando carnes rojas o blancas.