Hervir la coliflor en agua con sal, retirar cuando esté tierna pero sin llegar a deshacerse, escurrir y separarla en ramitos.
Luego mezclar con la salsa blanca bien espesa, condimentar con sal, pimienta y nuez moscada; agregar el queso, las cuatro yemas de huevo, unir bien y reservar.
Por otro lado batir las claras a punto nieve e incorporar con movimientos envolventes a la preparación anterior.
Volcar la mezcla en una budinera previamente enmantecada y hornear a baño María y fuego moderado por media hora.
Retirar, dejar reposar y recién entonces desmoldar.
Servir tibio o caliente acompañado por ensalada a elección o como guarnición de alguna carne.