Pelá, descarozá y cortá los duraznos en trozos grandes.
Pelá el melón, quitale las semillas y cortá la pulpa también en trozos grandes.
Intercalá capas de las frutas mezcladas y de azúcar dentro de un recipiente grande y profundo de vidrio.
Tapá y dejá reposar una noche en la heladera.
Al día siguiente llevá todo a una olla con el jugo de limón y el jengibre rallado; mezclá bien y cociná a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que el azúcar se disuelva.
Subí la llama y dejá hervir 10 minutos.
Entonces retirá la fruta con espumadera y dejá que el almíbar siga hirviendo a fuego medio por 5 a 10 minutos más, para que espese como jarabe.
Retirá de la hornalla, reincorporá la fruta reservada y dejá que todo se enfríe dentro de la olla.
Volcá en frascos esterilizados, llenándolos hasta 1 cm del borde, y cerrá herméticamente.
Mantené en la heladera y consumí en el tiempo más breve posible acompañando con yogur natural.