Poné a batir las yemas con 150 g del azúcar y derretí el chocolate a baño María.
Cuando las yemas lleguen a punto cinta, volcales el chocolate derretido en forma de hilo.
Batí las claras a punto nieve con 60 g del azúcar e incorporalas a la preparación con movimientos envolventes.
Volcá 3/4 partes en un molde desmontable enmantecado y enharinado de 24 cm y llevá a horno moderado unos 30 minutos, hasta que quede firme. Reservá en la heladera el resto de la mezcla.
Cuando esté bien fría, como una mousse, distribuila encima de la torta también fría.
Usá la crema de leche batida y fría para pegar las virutas de chocolate en la superficie, y mantené en la heladera hasta servir.