Dividir el hojaldre en dos partes, una más grande que la otra, estirar la mayor y forrar con ella la base y los bordes de un molde redondo desmontable de 26 cm enmantecado.
Estirar el resto en forma circular del diámetro del molde; y reservar ambas en frío.
Para el relleno, pelar y cortar en tajadas las peras; cocinarlas en manteca hasta que queden tiernas pero no deshechas, retirar y dejar enfriar.
Mezclar la pastelera con el resto de los ingredientes; rellenar el molde con la mezcla; y acomodar por encima las peras escurridas.
Pincelar el borde de masa con huevo batido y pegar allí el disco de masa reservado.
Sellar bien y hacer en el centro una abertura a modo de chimenea.
Llevar a la heladera una hora, y luego hornear a fuego fuerte por 50 minutos.
Por otro lado, pelar las peras y cocinarlas enteras dentro del almíbar de agua, azúcar y canela, hasta que queden transparentes.
Dejarlas enfriar dentro de la olla, luego escurrirlas y pincelarlas con la jalea.
Decorar la torta desmoldada acomodando las peras paradas por encima y rellenar el centro con ramas de canela.