Poner a batir las claras e incorporar gradualmente y en forma de lluvia el azúcar; dejar hasta que ésta se haya disuelto completamente y el merengue forme picos duros.
Retirar e incorporar el resto de los ingredientes, de a poco y mezclando en forma envolvente.
Con las manos húmedas, tomar porciones con una cucharita y entre las palmas hacer bolitas.
Colocarlas sobre una placa, enmantecada y enharinada, separadas por un espacio de 3 cm entre sí, y hornearlas a temperatura mínima por 20 minutos o hasta que se doren apenas por fuera y se puedan despegar de la placa fácilmente.