Poné la harina sobre la mesada, agregá una pizca de sal, hacé un hueco en el centro para la manteca pomada, o la grasa y comenzá a incorporar el caldo de a poco, para obtener una masa blanda.
Aparte, rehogá en aceite la cebolla picada y el morrón cortado en cubitos.
Agregá el pollo y salteá todo junto unos minutos.
Ya fuera del fuego, condimentá con el perejil picado, sal y pimienta.
Extendé 2 hojas de chala (o 4, si son finitas), en forma de cruz.
En el centro, colocá una porción de la masa de maíz; encima, una cucharada de la preparación de pollo y más masa de maíz.
Cerrá las hojas formando paquetitos y atalos con hilos cortados de la misma chala (firmemente, para que no se abran durante la cocción).
Sumergilos en abundante agua hirviente durante 20 minutos.